Pasa tu amigo desde la infancia y para la eternidad a comentar la segunda conclusión de tu libro.
SEGUNDA CONCLUSIÓN:
DICES, y dices muy bien y con verdad, que Dios es ilimitado, indestructible y absoluto (creo que se utiliza también para esto el término de "Todopoderoso"); que Dios tiene dentro de su Ser, la razón de su existencia: (Se puede decir, también, que en él se confunden el Ser y el Existir en una unidad indisoluble).
Y luego agregas que "mediante un acto de Suprema Voluntad creó el universo y al ser humano"
AQUÍ QUIERO COMENTARTE: Siguiendo la hermenéutica analógica del que es guía el maestro de nuestra UNAM y brillante filósofo Mauricio Beuchot: (
analogiaentijuana.blogspot.com/ sites.google.com/site/hermesanalogica/)
Cuando hablamos de "voluntad" o "Actos" de Dios; o de Dios mismo, lo que estamos haciendo son analogías para explicar desde nuetra humanidad por analogía los misterios de Dios.
Pero concretamente aquí quiero completar tu dicho: ese acto creativo de la Suprema Voluntad de Dios, te faltó decir en esta conclusión, aunque lo dice todo tu libro, ES UN ACTO DE AMOR. Es el amor del Dios el que engendró las creaturas, desde los ángeles hasta el último átomo o electron... Pero especialmente gratuito y admirable es, como tu lo reconoces el acto de creación y redención del Hombre...
Por cuanto a la última parte de tu segunda conclusión concuerdo contigo en que, por supuesto, los seis días a que el Génesis se refiere son etapas de millones de años de duración en lo que se refiere a este universo del que formamos parte y de cuya existencia tenemos certidumbre, tanto porque es nuestro macrocosmos, como desde el microcosmos que somos cada uno de nosotros. (Somos íconos del macrocosmos).
Hasta aquí llego por hoy. Saludos a todos los que se animen a entrar a comentar este buen libro tuyo.